XML: una tecnología en el corazón de nuestra vida cotidiana

por Italo Vignoli

En mi último artículo, mencioné XML varias veces, dando por sentado quizá que todos los usuarios tenían un conocimiento básico del mismo. Al releerlo, me di cuenta de que era necesaria una introducción a XML para los usuarios no técnicos, los que utilizan XML todos los días sin darse cuenta, cuando abren un documento, consultan el tiempo, hacen o reciben un pedido en línea o emiten una factura digital. XML funciona silenciosamente entre bastidores.

Pero, ¿qué es exactamente XML y por qué debería importar a los que no son expertos en tecnología? Intentaré explicarlo en términos sencillos.

XML son las siglas de eXtensible Markup Language (lenguaje de marcado extensible), una forma de organizar la información en un formato fácil de entender tanto para las personas como para las computadoras, que ayuda a las distintas aplicaciones a comunicarse e intercambiar datos utilizando un lenguaje común. En pocas palabras, XML es un contenedor digital que etiqueta claramente la información.

Por ejemplo, ésta es una lista de la compra en formato XML:

<ListaDeComestibles>
<item>
<nombre>Pan</nombre>
<cantidad>1 pieza</cantidad>
</item>
<item>
<nombre>Leche</nombre>
<cantidad>2 litros</cantidad>
</item>
</ListaDeComestibles>

El etiquetado ayuda a las computadoras y al software a entender exactamente qué significa cada dato.

En un mundo hiperconectado como el nuestro, en el que aplicaciones y sistemas comparten datos, XML permite que esos datos circulen entre sistemas muy diferentes, como aplicaciones de gestión de tarjetas de crédito y tiendas online. Sin un lenguaje común como XML, la comunicación entre estos sistemas sería mucho más complicada y lenta, o incluso imposible.

Por eso, XML está integrado en la mayoría de las actividades cotidianas, aunque quede completamente oculto para los usuarios:

  • Todos los documentos creados por todas las suites ofimáticas utilizan XML, en algunos casos para facilitar la transparencia y la interoperabilidad, y en otros para crear una capa oculta de complejidad con el objetivo de impedir la transparencia y la interoperabilidad.
  • Todas las aplicaciones que ofrecen previsiones meteorológicas obtienen las actualizaciones leyendo los datos XML emitidos por las agencias meteorológicas.
  • Casi todas las aplicaciones de comercio electrónico utilizan XML para gestionar la comunicación entre el sitio web, el sistema de pago, el banco y el servicio de envío.
  • Todos los blogs y sitios de noticias utilizan XML para transmitir automáticamente nuevos contenidos a los lectores.

XML es claro y fácil de leer porque organiza los datos de forma ordenada con etiquetas comprensibles tanto para humanos como para computadoras; es flexible, ya que no se limita a un único tipo de información y puede personalizarse para distintos escenarios, desde recetas de cocina hasta horarios de vuelos; y es compatible con todas las plataformas.

Para apreciar el valor de XML no hace falta conocer a fondo el lenguaje, basta con saber que existe y que -cuando se utiliza correctamente, como en el caso del formato ODF- tiene el potencial de ayudar a los usuarios a alcanzar y proteger su soberanía digital.

Por supuesto, es igualmente importante saber que XML se puede utilizar exactamente de la manera opuesta, como es el caso del formato OOXML de Microsoft 365 (y anteriormente Office), para limitar la soberanía digital de los usuarios y perpetuar la dependencia mediante la complejidad artificial de los archivos.

En resumen, XML es un facilitador silencioso que garantiza que las aplicaciones, los servicios y los datos de los usuarios hablen todos el mismo idioma.

La próxima vez que abras un documento, consultes tu sitio de noticias favorito o sigas una entrega en línea, recuerda que XML está trabajando silenciosamente entre bastidores para garantizar que todo funcione sin problemas. Y trata de imaginar un mundo digital sin XML, donde una sola empresa controla los datos y, a través de ellos, a los usuarios.

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