De reencuentros en la capital azteca

La antigua ciudad azteca de Tenochtitlán amanece un jueves otoñal de noviembre, que bien podría ser uno más y, probablemente para mucha gente, lo será. Pero existen distintos hilos de una gran trama gestándose desde los caminos que convergen allí. Llegan personas de distintas partes del mundo, además de las que se movilizan desde distintos puntos del país para encontrarse en este evento regional anual.

Se trata nada más y nada menos que del IV Congreso Latinoamericano de LibreOffice 2023, que este año fue organizado en colaboración estrechísima con la División de Ingeniería Eléctrica (DIE) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las organizaciones sin fines de lucro Cuates.net, Fundación Dedica y la Universidad Nacional del Alto Uruguay, así como de las compañías OSS Integral Institute, Collabora Online y Allotropia. Reina un clima de algarabía por el reencuentro; se escuchan acentos de distintas latitudes de nuestra América y Europa, en los casos de quienes intentan hablar en la lengua que nos hermana como región. Pero también diálogos en inglés cuando no fluían las palabras en nuestro idioma; los ánimos latían altos y generosos por este inédito evento en el norte del continente americano.

La apertura se lleva a cabo en el auditorio «Sotero Prieto» del Anexo de Ingeniería, donde esperaban en sus puestos un grupo de voluntarios de la universidad, a quienes identificamos durante todo el evento por su predisposición para orientar con direcciones e información general y, sobre todo, para hacer que cada asistente se sintiera bienvenido.

Me parece que el evento fue más exitoso de los que pensaba, por estar muy cerca del final del semestre. Sin embargo, los estudiantes estaban muy interesados en los talleres. Pienso que estos eventos son importantes para que la comunidad conozca el software libre particularmente LibreOffice y romper estos estereotipos que se tienen del software libre. No es difícil, es tan abierto que tu decides que deseas hacer con él.

Dra. Rocío Aldeco – Jefa del Departamento de Computación

Se ven caras conocidas, saludos, gafetes con letras apuradas y otros, escritos con más detalle, fotos grupales; pero el murmullo merma cuando comienza el acto inaugural con las palabras de la Dra. Rocío Aldeco en representación de nuestra anfitriona la UNAM, de la leyenda viviente del software libre, Federico Mena, y finalmente, como representante de The Document Foundation, de Celia Palacios. Todos se acomodan en el escenario para abrir el encuentro con palabras de agradecimiento para la UNAM, la TDF, así como para los miembros y voluntarios, animándolos a continuar con el enorme trabajo que realizan día a día.

Después de la primera mañana, los caminos se bifurcan temporalmente: están quienes eligen permanecer en el auditorio para escuchar las charlas magistrales y quienes se dirigen al laboratorio para participar más activamente. En ambos espacios se aborda un amplio abanico de temas, que van desde el camino recorrido para adoptar ODF en Taiwán hasta el control de calidad o desarrollo con Python y LibreOffice.

Estoy bastante impresionado. En primer lugar, por la gente de allí: amable, llena de pasión. Conocí a muchos miembros de la comunidad por primera vez, y todos me dieron una amistosa bienvenida. En segundo lugar, la conferencia en sí estuvo muy bien organizada, gracias a un equipo increíble. (Aunque no entendía de qué hablaban, todo funcionó bien y algunos cambios de horario no causaron problemas). En tercer lugar, por la ciudad, pude ver la celebración del Día de Muertos por todas partes. Muy interesante. Algunas ruinas aztecas, las pirámides, y por la noche la gente cantando y bailando en la calle de Ciudad de México.

Una de mis misiones esta vez fue presentar a los miembros de la comunidad asiática. Espero que haya conexiones más fuertes entre nuestras comunidades, y que podamos hacer algo juntos.

Franklin Weng – Presidente de la Junta Directiva, Asociación Software Libre de Taiwán

Pero la conversación no se agota en los espacios formales de la agenda: se forman grupos que debaten, comparten información, intercambian contactos y forman redes para seguir pensando y construyendo. La historia no estaría completa sin contar que además del intercambio técnico, hubo momentos sociales y culturales.

En las postrimerías del viernes llegan las despedidas, pero tan solo son un hasta pronto, aunque aún no se haya definido un lugar de reencuentro para el 2024.

El éxito del evento puede explicarse de muchas formas, pero elegimos esta: el arduo trabajo del gran equipo de organización.

¡¡¡Gracias, Ciudad de Mexico; gracias, UNAM; gracias, comunidad hispana de Libreoffice!!!

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